Históricamente se han venido almacenando tanto los datos de archivo como los TIF resultantes de procesos de digitalización en discos duros externos. La comunidad en torno a la preservación digital ya es consciente de que almacenar no es preservar. Múltiples riesgos afectan a la información y las pérdidas de datos que ocasiona esta práctica son cuantiosas.

Sin embargo, Alvin Cox, un investigador de Seagate, ha publicado un estudio que viene a corroborar lo que ya estamos detectando en nuestros clientes: Los discos SSD (discos de estado sólido, mucho más comunes cada día) no son capaces de retener la información cuando están almacenados a temperatura ambiente y la información que contienen se degrada alarmantemente con cada grado que aumenta la temperatura.

Según el estudio, un disco de alto grado de calidad (grado de uso empresarial) que se almacene a 35ºC perderá datos en menos de 6 meses. Por cada 5ºC de bajada de temperatura, el tiempo que los datos permanecen se duplica, pero continúa siendo muy inferior a lo que estábamos acostumbrados en discos tradicionales.

Los plazos que garantizan los fabricantes de discos de grado de consumo (los que habitualmente encontramos disponibles en discos externos) son mucho menores, indicando periodos de retención de 3 meses en la mayoría de los casos. Pero organismos como el JEDEC avisan de corrupción de datos dejando el disco almacenado tras sólo una semana.

Si no queremos poner en riesgo nuestra información debemos contar con un proceso de preservación digital en nuestra institución. Mientras tanto, si guardamos datos en discos externos desconectados, debemos evitar los discos de estado sólido SSD.

libnova y nuestra red de integradores pueden ayudarle a llevar todos esos datos en cintas o discos externos a un sistema que garantice la supervivencia de la información.